La cabeza puede examinarse preferiblemente
con el paciente sentado, aunque si el paciente se encontra imposibilitado se
puede realizar con este acostado y el examinador debe estar de frente, de lado
o detrás de el paciente en una habitación que tenga buena luz.
En el examen de la cabeza debemos
inspeccionar la piel, buscando presencia de manchas de cualquier tipo, las
cicatrices de heridas, quemaduras o intervenciones quirúrgicas previas.
También a la inspección de
la cabeza buscamos:
- Palidez
(anemia)
- Cianosis
(cardiopatía o neumopatía)
- Plétora
(policitemia o hipertensión)
- Caquexia
(desnutrición y cáncer)
- Higiene
(piel, dentadura, pelo...)
Lesiones del cuero cabelludo y pelo
Debe tomarse en cuenta la cantidad, textura,
distribución e implantación del pelo y examinar si el paciente tiene
cicatrices.
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